Javiera Hoyl
Al momento de saber del trabajo pensé en varios artistas, pero supe de
inmediato a quien tenía que hacer. La joven
de la perla significa mucho para mi familia y para mí, es por esto que
decidí utilizarla.
La joven de la perla fue pintada por un pintor holandés llamado J.
Vermeer. Este no es propiamente un retrato, ya que pertenece a un género de
pintura del barroco flamenco holandés llamado la tronie, que significa “rostro” en holandés. Esta obra data aproximadamente
de 1665-1667. Hay varias teorías de quién es esta joven. Se cree que podría ser
la hija mayor de Vermeer, la hija del comisario principal de Vermeer o la
sirvienta del artista.
Esta obra me fue introducida por mi abuelo. Le fascina el arte y, sobre
todo, el arte de su país. Es holandés y vivió allá toda su juventud. Él me
enseñó sobre la joven de la perla y me contó sobre su autor. Es por
esto que elegí esta obra, ya que demuestra (no por lo retratado, sino por la
historia mía con esta obra) lo que yo quiero ser al salir de esta carrera.
Yo quiero enseñar de la misma forma que mi abuelo me enseñó a mí esta
obra, con emoción y sentimiento. Quiero que los niños, al aprender sobre algo
nuevo, sientan lo que yo sentí en ese momento. Quiero que sientan intriga y
curiosidad, que no se queden con lo superficial y que miren más allá.
Espero ser una educadora completa, que no solo llegue a los niños a
través de la materia, sino que les cambie la perspectiva. Dejarles una huella
tal como la que me dejó mi abuelo con esta obra, hacerlos pensar y que no
tengan miedo a explorar su imaginación.
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